T o r m e n t a


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Que la lluvia y el viento me revelen, lo que esta tormenta ha venido a causar dentro de mi corazón...
Que en la lluvia caigan las letras de esta incomprensión que cargo, que emane la humedad que mi cuerpo seco no respira, que desahogue mi alma su pena, su congoja y su alegria.
Que del norte y el sur, vengan los vientos que te alejen y destruyan en mi interior, que un viento este y otro viento oeste me alejen de mí para poder olvidarte, que el cielo hoy opaque lo que no se convirtió en realidad, los mismos sueños que con las nubes escribí, los mismos deseos que con los rayos del sol te regalé.
Porque en esta tormenta sólo recuerdo, que mi cuerpo puro y frío, se alimenta de tu invierno y tu verano, de lo que nunca me das y de lo que nunca me has dado...
Porque en la tormenta, mi cuerpo puro y frío, se alimenta de los sueños no alcanzados, de las risas no reidas, de las letras que te suelto escribiendo, de los susurros del viento que traen tus "te quiero" para mí, que nunca has pronunciado.
Allá, muy fuera de lo que alcanzo a vislumbrar, el sol brilla tormentosamente y el viento corre furiosamente ensordecedor, porque allá, muy fuera de lo que yo vislumbro, vives tú, lejos de mí...
Y es el mismo sol el que te tiene ciego, es el mismo viento el que no te deja escuchar... Y soy yo misma, ciega, sorda y tan lejos, quien no te deja de pensar.

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