POESIA INTRAVENOSA

Yo no tengo un compromiso ni una relación con el mundo, por eso, para mí no es necesario demostrarle todos cuánto te amo.
Me basta más, que gritar en cualquier calle, acercarme a ti, darte un beso y susurrarte un "te amo" bien cerquita del oído.
Me basta que me tomes la mano y me converses de tu mundo, tus ideas, de quién eres.
Mi mejor demostración de amor quizá jamás sea en un avión gigante ni una publicación en el diario que contenga tu nombre y una cursi declaración.
Ni con páginas infinitas podría decirte todo lo que siento.
Ni con dos palabras podría.
Por eso déjame abrazarte en el pasar de los días, déjame ser tu oído, déjame simplemente acompañarte, regalarte mis segundos, quizá esas cosas sean lo más importante que pueda hacer para decirte de alguna manera que locamente te amo.
Porque sólo en esos segundos puedo dedicarte mis silencios, mis palabras y mi amor, lo que soy y lo que quiero ser... contigo.
Porque incluso en los segundos que no estás, estás. Dando vueltas. Incontrolablemente dando vueltas.
En cada rincón de mi cuerpo 



Mi Claudio !

Hagamos un trato. Yo me quedo con tu amor para siempre, a cambio te doy mi amor y mucho más: compañía, risas, caricias, unos cuántos secretos y un montón de placeres.

"El reloj se detiene cuando tus palabras me alcanzan y entonces mis pies se levantan, no me cuido y me ilusiono otra vez."

 Hay muchas cosas de mí que guardo: experiencias, emociones, un montón de contradicciones, mis miedos, deseos y más profundos anhelos. También mis convicciones y la parte de mí que aún falta, mi inmadurez, mis celos, mis risas, pero más mis llantos. Temores, inseguridades, mis vivencias e historias, también complicidades, secretos. Abrazos, unos cuantos besos, algunas miradas que nadie, nadie conoce, guardo mis ojos tristes y mi sonrisa apagada, mis lágrimas y mis silencios.
A veces guardo unos cuantos buenos y malos recuerdos, y otras cosas que también quiero. Enojos, iras, malos ratos, buenos pensamientos. Soy un enigma detrás de cada foto y un suspiro detrás de cada nota y en mi canto.
Y aunque a veces siento deseos de volar, me quedo acá, bien cerquita del mundo por si alguien me llega a necesitar.
Ambiciono tanto y a la vez tan poco, me divierto y lloro sin parar. Vivo en mi propia sinfonía, en mi propia melodía, el mismo ritmo que no llevan todos, en una utopía hecha realidad, tan onírica que parece verdad.
Y termino desenvolviéndome en un mundo que casi no conozco y del que quiero escapar.
Sigo adelante queriéndolo todo en un sólo instante, pero después recuerdo que abarcar el cielo es demasiado para alguien tan fugaz...

Gracias por la magia en general, por tus medias vueltas, por tus tres cuartos de inteligencia, los abrazos multiplicados y esos besos elevados, las caricias bien revueltas y las almas casi juntas, por lo mucho y lo que no hiciste, lo completo y lo incompleto, por esos días afortunados y esos días de tormentas, truenos y llantos. Eres menos y más de lo que pensaba, un completo idiota inteligente, medio tarado y medio sabio, con tus dosis perfectas de tranquilidad y caos. Tenías tan de todo un poco, que ahora, que no estás, está la contradicción: ¿Será que te odio o que te amo?

Quiero andar por un caminito interno que me despierte de un segundo vuelo que me descanse en pleno sueño que no reniegue ni alegrías ni lamentos que viva por el mismo largo sendero de los que me rodean y de lo que he aprendido de ellos Quiero andar por un caminito interno bien cerquita del amor de Dios y ser fruto del bueno capaz de saciar sed y calor Caminar cien veces por un sendero que día a día se torne menos veloz ir recogiendo pedacitos de la vida que hasta yo misma dejé en el sol Seguir por la ruta ancha mirar el horizonte como la calle plana desdoblarme en tu mirada, compartir las mismas runas y que la suerte nos encuentre donde en un lugar podamos ser eterno los dos. Conocer ese caminito interno aprender a vivir en dos ser de ti dentro de mí y sonreír sin tener que volver a decir adiós.