Si será el sabor de frutos otoñales o dulce olor a primavera.
No sé si extrañaré el común tic tac de mi reloj en la cocina o si quizá extrañe el ruido al subir la escalera.
Quizá anhele el calor de leche por la mañana, la suave mantequilla sobre el pan, el horno caliente o la comida recién hecha.
Puede que me encuentre con la añoranza de estrechar tus manos o simplemente, necesite iluminar mi oscuridad con tu mirada.
Y hoy que el cielo llora, que afuera llueve, siento que caminar tan lento como lo hice antes de venir a regalar mis letras, será uno de los placeres que yo más extrañe.
Las pequeñas gotas sobre mi rostro, las lágrimas del cielo resbalando para llegar a mi boca, los ojos cerrados por el choque de la lluvia, el pelo pesado, la ropa húmeda pegada al cuerpo… las gotas que tanto me hacen olvidarte.
Me pregunto que será lo que más extrañe cuando duerma bajo tierra: yo podré seguir pensándote, pero ¿Qué existirá allá abajo para intentar olvidarte?